12 abril, 2012

De bares y más relatos.

Me dejó porque después de un mes, un día tirados en la cama no pude decirle nada espectacular y yo no lo culpo, hubiese hecho lo mismo. Quizá hubiera sido un poco más sutil. él giró y me dio la espalda en una cama de una plaza y media. Fue raro, fue dejarme lento, cuando nos levantamos los dos sabíamos que no iba a ser nunca más, o por lo menos no como antes.
Me acompañó a la terminal y esa vez lo terminal fue más literal que nunca.
Al otro día me levanté liviana sintiéndome un poco libre. Libre del deseo.
Entender qué es el amor nos lleva toda la vida, salvo que te la arranquen, me imagino que pensaríamos al final de todo que nuestra vida estuvo llena de ese ingrediente que creemos tan vital, porque -dejemos de mentirnos- todos alguna vez creímos sentir amor- que superfluo, que porquería-
El amor termina siendo lo que cada persona cree que es el amor y no cursilerías baratas que nos venden para el 14 de febrero.
Una vez festejé el día de los enamorados el 15 de febrero. Ni siquiera enamorados jugamos cartas sobre un colchón sin sábanas y nos aburrimos de mirarnos.
Las miradas pueden engañar más que las propias palabras.
A las miradas hay que entenderlas y yo no soy muy buena descifrándolas. Todavía me asusto mirándome al espejo cuando me miro pensando en algo que no reflejo-no transmito nada-PURA BASURA-Nada que ver (una cosa con la otra), nada que ver( estoy en el espejo y el espejo está vacío).
Si me querías vencer acá me tenes... completamente derrotada sin ni una lágrima más que largar.

Lágrima es anagrama de amar gil, debe ser por eso.