03 noviembre, 2014

...y viví.

A veces lo que cuesta es centrar, centrarse. Tener un norte y que se desvirtúe por no animarse.
A veces parece que es difícil, pero no. Lo bueno de los fantasmas es que son nuestros, todos nuestros y solo nosotros nos paramos en la puerta para que no se vayan. Tampoco digo que sea fácil, a decir verdad ¿qué es que sea fácil o que sea difícil para cada quién? No te juzgo, no me juzgues.
Te cuento el secreto que a mi más me funcionó:
PENSA COMO QUERES VIVIR... Y VIVÍ.