08 mayo, 2011

El género débil, fuerte.

"Lloró meses no poder sentirlos más, le dolía el alma saber que no iban a volver juntos a esos lugares a los que recurrían...y que tanto disfrutaban. Pero le tocó seguir y acarrear el ganado, los campos seguían creciendo y ella era responsable, ante el registro civil, y ante la iglesia-aunque mucho no cree en ella- de darle la vida a la vida que engendró.
Llora a veces, escondida, pero cada día le duele menos.

Y así, siguió. Todavía no paró.

Mis respetos mi Señora, nunca condolencias, y mi admiración."

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