16 septiembre, 2013

Ojos.

Iba rebotando en soledades y me encontré con la tuya.
Me cerraste los bronquios, me costó respirar.
Me enamoré un minuto y me dejé a tu suerte, porque cada vez que me enamoro me dejo y soy de alguien más.
Pensarás "entregada", yo no conozco otra forma de amar.
Pensarás "pelotuda", quizás nunca estés tan en lo cierto.
Ser consecuente intento, no siempre me sale.
A veces blablear es más fácil que bajarlo a la realidad y hacer de tus palabras tu vida.
No hablo de dobles discursos, odio los dobles discursos.
Eso es claramente otra cosa.
Necesitaba alguien que me entienda en ese fácil y tácito momento. Necesitaba creerme algo que estaba llevando como bandera y no me salió.
Ahora la bandera lleva tus ojos, pero fue todo tan fugaz que no llegue ni siquiera a extrañarte.
Somos los más endebles de todos.
Nos volvimos recuerdo en lo que tardé en activar el inhalador.
Sos los ojos más hermosos que estos ojos se acordarán jamás.

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