Nunca entendí mucho cual era el meollo de la cuestión, hasta que me senté
un rato a respirar la sal del viento, capté alguna onda desde ese lugar, escribí hojas, escribí arena,escribí envoltorios, escribí pensando en el cielo. Me dio escalofrío la sensación de no volver, de sentirlo todo lejos.
Nunca sentí compasión por nada, pero ese día compadecí mi lastimoso momento, que iba a pasar, porque todo pasa. Decidí salir del pozo y estoy acá, en algún otro lugar diferente a donde estuve siempre, donde nunca voy a volver a estar. La cotidianidad ya no me molesta,la disfruto como si ese segundo hubiese estado a un paso del mas allá Pero estoy mas acá. Y acá me quedo. Nah mentira, algún día voy a volver a ser polvo.